Análisis feminista del cuento “¡Sea por Dios y venga más!”

24.09.2011 18:16

 

Resumen:

     En este artículo se pretende analizar el cuento “¡Sea por Dios y venga más!” de la escritora mexicana Laura Esquivel, desde una perspectiva psicoanalítica y feminista. El movimiento feminista ha ocasionado grandes cambios en la literatura y desde hace varias décadas las mujeres latinoamericanas han incursionado exitosamente en este ámbito. Las feministas  se han propuesto reivindicar los derechos de la mujer, igualdad social, ética y política en una sociedad determinada por el dominio del patriarcado.

Palabras claves: Teoría feminista, patriarcado, sumisión, opresión.     

Introducción

    La teoría feminista dado el impacto que ha tenido en la sociedad actual, destruye los estereotipos temáticos y subvierte las convenciones lingüísticas y sintácticas de la escritura patriarcal mostrando la totalidad de la experiencia femenina en textos donde expresa sus intimidades, hace denuncias marginales, criticando los centros de poder y dominación marcados por la opresión del hombre hacia la mujer. En el cuento de Esquivel, se ve la sumisión con que actúa la mujer frente a las actitudes de su esposo y como el patriarcado influye en la vida de esta mujer.

Breve biografía de la autora

    Laura Esquivel, una escritora mexicana, incursionó exitosamente como guionista cinematográfica, realizó varios talleres artísticos para niños. En 1989, obtuvo un gran éxito con la novela Como agua para chocolate, que fue llevada al cine por su esposo, el director Alfonso Arau, partiendo del guión escrito por la propia Laura Esquivel.  Con esta novela conquistó al público y a los críticos literarios, Como agua para chocolate fue traducida a decenas de idiomas, consiguió numerosos galardones a nivel internacional, y además, en 1994, recibió el Premio American Bookseller Book of the Year en Estados Unidos. En los últimos años Laura, ha publicado varias obras, una de ellas es Intimas Suculencias. Tratado filosófico de cocina  (1998), la cual es una antología de cuentos, en ésta se encuentra publicado el cuento ¡Sea por Dios y venga más! que es objeto de estudio de esta investigación.

  Anécdota del cuento

    ¡Sea por Dios y venga más!, cuenta la historia de una mujer, de la cual no se menciona el nombre, esta mujer está casada con Apolonio, que es un hombre machista, dominador, manipulador, opresor. Apolonio hacía sentir culpable a su esposa de las actitudes tomadas por él. Ella siempre actuaba sumisa, aceptando abnegadamente todo lo que su esposo le dijera. Llegando a aprobar que Apolonio tuviera una relación con Adela, una mujer mucho más joven, esto trajo como consecuencia que la esposa de Apolonio se sintiera menospreciada y acudiera a donde la Chole, quien le recomendó tomar tequila con boldo, una copita diaria. A partir de allí, empezó a visitar la  tienda de Don Pedro, frecuentemente a comprar el tequila. Luego de un tiempo se queda sin dinero y Don Pedro acepta otra forma de pago y Apolonia la encuentra dando rienda suelta a las ganas. 

Análisis psicoanalítico y feminista del cuento

    Para el análisis del cuento ¡sea por Dios y venga más!, se emplea la teoría psicoanalítica de Jung sobre los arquetipos, específicamente el patriarcado, supremacía del hombre sobre la mujer. El término patriarcado ha sido empleado por antropología para designar el orden social que estructura el parentesco, la transmisión del poder y de la herencia siguiendo la línea de los varones. Millet dice que el patriarcado constituye el fundamento de la dominación de las mujeres por los hombres. Además, agrega que el carácter patriarcal de nuestras sociedades se ha dado en las civilizaciones que nos preceden, teniendo una enorme capacidad para adaptarse a cualquier sistema económico, político y cultural, de allí su hegemonía en las sociedades modernas.

    Laura Esquivel, en su cuento hace una denuncia hacia a este dominio del hombre sobre la mujer, del falocentrismo existente en la sociedad actual y sobretodo del hecho como la mujer asume el patriarcado como si fuera lo más natural, siendo que las mujeres lo ven de esta manera porque es la visión que la sociedad nos han hecho ver a lo largo de esta hegemonía, la cual es criticada por las teorías feministas que buscan darle a la mujer la igualdad social que merecen con respecto a los hombres en todos los aspectos de la vida.

    Como dice Beauvoir (1962), la mujer ha estado destinada al matrimonio desde antiguas civilizaciones, y en la actualidad una mujer que no se case suele ser vejada, criticada ante los ojos de los demás. Pareciera que la mujer no logra realizarse si no es por medio del matrimonio. Mientras que para el hombre, el matrimonio ostenta una superioridad moral y social; a veces hasta intelectual. El hombre cree que siempre tiene la razón y la mujer debe subordinarse a esto. La lucha de la mujer por sus ideales es relegada a un segundo plano y  termina aceptando que el hombre piense por ella. En el matrimonio, el varón es tentado hacia la dominación; con frecuencia, no le basta al esposo ser aprobado y admirado, aconsejar y guiar; ordenar, ser soberano; sino que se libera en su casa asestando su autoridad contra su mujer; imita la violencia, el poder, la intransigencia; le veja y humilla y ella asume con culpabilidad las acciones del hombre.

    En el cuento del Esquivel esto se ve en el siguiente fragmento: “Apolonio es inocente, digan lo que digan. Lo que pasa es que nadie lo comprende. Si de vez en cuando me pegaba era porque yo lo hacía desesperar y no porque fuera mala persona.” Es notorio como la mujer acepta con resignación la dominación y opresión de la que es víctima por parte de su esposo y en vez de culparlo lo defiende, exculpa y justifica como si la violencia fuera normal e intrínseca en nuestra sociedad moderna.

Por otra parte, en este cuento Laura Esquivel manifiesta como la sociedad patriarcal aceptan el adulterio masculino, exaltando el poder viril y falocentrista. Como se lee en ¡Sea por Dios y venga más!: “Él siempre me quiso. A su manera, pero me quiso. Nadie me va a convencer de que no. Si tanto hizo para que aceptara a su amante, era porque me quería.” (Esquivel, 2007). Y más adelante continua diciendo:

“Le dije que está bien, que aceptaba que tuviera a su amante. Entonces me llevo a Adela para que hablara con ella, (…) se sentía muy apenada y quería oír de mi propia boca que le daba permiso de ser la amante de Apolonio.” (Esquivel, 2007)

    Esto permite observar que la sociedad actual “machista” mediante el eje dominador patriarcal enaltece el adulterio masculino, exaltando la hombría y resaltando la desigualdad existente en la constante binaria hombre/mujer.  

    Esquivel en su cuento plantea las dos posiciones, los dos personajes principales cometen adulterio, es decir, tanto Apolonio como su mujer. Asimismo, la     mujer asume con sumisión, que Apolonio tenga una amante, pero cuando este descubre a su mujer cometiendo este mismo acto irrefutablemente la abandona. Lo que permite cuestionar el patriarcado que vanagloria la audacia del hombre promiscuo pero que en el caso de la mujer es maltratada, denigrada, rechazada y por ningún motivo un hombre lo aceptaría de su esposa, esto sería la peor humillación para el ego del hombre, establecido por el patriarcado y sin lugar a duda pondría al hombre en una situación vergonzosa para con los demás miembros de la sociedad. Con respecto a esto, en el cuento se lee:

    “El día que Don Pedro me dijo que ya no me podía fiar ni una botella más creí que me iba a morir. Yo ya no era capaz de vivir un solo día sin mi tequila. Le supliqué. Al verme tan desesperada se compadeció de mí y aceptó que le pagara de otra manera. Al fin que siempre me había traído ganas el condenado. Yo la mera verdad, con tanto calor en mi cuerpo también estaba de lo más ganosa y ahí sobre el mostrador fue que Apolonio nos encontró dando rienda suelta a las ganas.” (Esquivel, 2007)

    Puesto que, el adulterio femenino en la sociedad moderna crea una imagen de la mujer promiscua, prostituta, una imagen negativa que va en contra de lo propuesto por el patriarcado sobre el estereotipo de la mujer que debe ser sumisa, virginal, maternal, obediente. Esto choca con las ideas feminista que quieren concebir una mujer sin inhibiciones sexuales, dándole plena libertad sexual a la mujer.

Cabe destacar que, las teorías feministas, además de luchar por la igualdad tanto en los aspectos intrínsecos a la sociedad como aquellos referentes a la sexualidad de la cual ha sido víctima oprimida la mujer, lucha por dejar atrás la visión de la mujer como un simple objeto sexual. En cuanto a esto la activista feminista Millet (citada en "Lecturas de filosofía") opina que: “el feminismo plantea el análisis de lo privado, la familia y la sexualidad como ámbitos de poder y dominación sobre las mujeres.”

    El patriarcado influye mucho en la formación psicoanalítica de los personajes del cuento de Esquivel, debido a que en el caso de la mujer se construye a partir del otro, tomando como referencia al hombre y su poder, la mujer ve a su esposo como el eje opresivo al cual debe seguir con abnegación, respetar. Mientras que el hombre se construye desde el yo, adquiriendo conciencia del patriarcado por el cual es regida la sociedad. Por esto la mujer de Apolonio responde a las actitudes machistas de una manera natural por que como ya se mencionó ella se forma mediante el otro que correspondería a su esposo.

Conclusión

    Las teorías feministas y el patriarcado están íntimamente ligados, ya que a partir del patriarcado surgen las ideas feministas en contra de la opresión del hombre hacia la mujer. Laura Esquivel en su cuento ¡Sea por Dios y venga más! Rechaza los ideales patriarcales que suprimen el valor femenino sobrevalorando la lógica falocéntrica reinante en nuestras sociedades modernas. A pesar de que el cuento es escrito por una mujer, la autora describe perfectamente la vida de las mujeres y el yugo al cual son sometidas por el hombre. Esto permite decir, que a pesar de los grandes avances en cuanto a derechos y legitimación de la mujer, aun hay un largo camino por recorrer y hasta que el hombre no vea a la mujer como sujeto, este proceso no terminará y la mujer tendrá que seguir imponiendo sus ideas. 

Bibliografía

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Beauvoir, S. d. (1962). El segundo sexo. Siglo Veintewfer.

Esquivel, L. (2007). Íntimas Suculencias. Tratado filosófico de cocina. Ediciones Debolsillo.

Moi, T. (1999). Teoría Literaria Feminista. Madrid: Cátedra.

Perona, Á. J. (s.f.). Teoría y Crítica Feminista. Recuperado el 03 de julio de 2011, de lacavernadefilosofia.files.wordpress.com/2007/.../teoria-y-critica-feminista...